Te
levantas un día como un loco, tan loco como el fantasma del Backstage; no tienes
nada que perder, ¿o sí? Te
embarcas en un viaje hacia los Estados Unidos para encontrarte con un personaje
desconocido que marcó tu vida desde la infancia y dices – ¡Lo voy a conocer! No sé cómo, pero lo voy a conocer –
¡Qué locura! ¡Qué descabellado! El largo viaje me llevaría a la
Ciudad de Lago Salado en el corazón del territorio americano; allí daría un concierto el señor Neil
Diamond.
Y… ¿A quién le importa Neil Diamond? Los jóvenes de mi
país no le conocen, y los casi veteranos ya lo han olvidado en los países de
habla hispana, si no todos, una gran mayoría. Mi padre desde que yo era muy
niño siempre ponía esas canciones, “September
Morn” “Sweet Caroline” “I am I said”, y no
seguiré mencionándolas todas, aunque la mía era “I´ll come
running” o “Lonfelow Serenade”
En la casa
teníamos una gran consola y esos discos enormes de acetatos que eran más grandes
que mi cuerpo; Nicola Di Bari, Antonio Molina, Juan Pardo, que sé yo, nombres que no le pasan a muchos por la
cabeza y entre esos grandes discos estaba el de Neil Diamond. Yo con 11 años
decidí decirle adiós a Parchís y empecé a poner esa música una y otra vez, y esa voz forjó mi camino.
Fue una de
las mejores herencias de mi padre, con el tiempo fue descubriendo más de Neil
y puedo decir que está muy cerca de Bob Dylan o de Elton John, es
una leyenda en su país y su música sigue siendo el soudtrack
de películas como Shreck “I am a believer”
Abril de
2017, vuelo de Delta Airlines, un huracán me haría tener un viaje turbulento, no
parecía ir bien la cosa, pero al fin aterricé en la Ciudad del Templo Mormón; allí donde la seguridad no era tan
paranoica como en el resto del país, esa ciudad pacífica donde nunca
pasaba nada, hasta que un español puso el pie en el aeropuerto.
Pero no me
había dado cuenta de mi torpeza durante el vuelo, subí
con una pasta de
dientes en la rejilla que mi bolso traía afuera y por los golpeteos de
otras maletas la pasta de dientes se abrió y manchó todo el compartimento, al darme cuenta, saqué mi pequeña maleta y salí del avión para evitar reclamos. Mi chamarra
iba toda llena de pasta. Lo que era un tuvo gordo y casi nuevo se convirtió en
unas molestas plastas que se adherían por todos lados.
Llegué a casa de mis amigos oliendo a frescura
dental; me recibieron Yahir Delgadillo y su esposa Cindy, siempre es una alegría verles a
ellos y a sus dos pequeños, Santi y Cristian. Parecía que el tiempo no pasaba, pero
los niños crecían, cada vez que les visitaba estaban más grandes, y yo, yo también.
Disfruté al máximo con mis amigos, pero el
viaje fue muy extraño, pues todos estaban ocupados, todos menos Jonathan
Delgadillo, mi brother, con quien comencé esta
aventura, sin duda alguien como yo, otro loco y descabellado.
De este
viaje hay mucho que decir, pero, el fantasma del backtage iría en busca
de Neil Diamond. Jonathan me acompañó ese sábado. Después de la noche nevada del viernes
el apareció en la casa de Yayo y nos fuimos a desayunar.
Jonathan no
entendía cuál era el propósito, él había pedio unos días para estar conmigo y me acompañaría hasta el final, tal vez no se
imaginaba quien era Neil Diamond para mí.
Después del desayuno no sabíamos a dónde ir a buscarlo, era
estúpida la probabilidad que jugaba en nuestra contra, el solo hecho de
verle, de cruzarnos con él, pero algo en mi corazón me
hacía sentir que en unas horas le conocería.
El llegaría el sábado, el
concierto era el domingo, después de estar en
el lobby de un lujoso hotel un par de horas nos fuimos a otro hotel.
– Yo creo que no llegará a este hotel – le dije
– El mejor hotel en Lago Salado es el Grand America, podemos ir allí –
La ciudad
era tan pacifica como perdediza, llegó el desánimo a mi y Jonathan me dijo – Gordo y
si vamos al aeropuerto –
No lo pensé dos veces y le dije – Sí, es a lo único que le veo futuro –
Su idea
fue la mejor, llegamos al aeropuerto a preguntar por todos los vuelos que venían de
California y nada, eran ya casi las tres de la tarde y después de recorrer una y otra vez las terminales aéreas alguien de información me preguntó – ¿A quién busca? –
– Es un músico, importante –
– Tal vez llegue en vuelo privado –
– ¿Hay
otro aeropuerto? –
– Propiamente no, pero a dos millas quedan unas pistas de dos compañías privadas –
No lo pensé más y le dije – Gordo, ¿podemos ir? –
Jonathan
me siguió la corriente en esta locura que no llevaba a ningún lado,
una locura en la que a cada minuto las posibilidades de ver al Jazz Singer se
reducían.
Llegamos a
esas ocultas pistas y no había movimiento, solo un cielo nublado que lo
cubría todo y pregunté en la primera compañía privada, pero
la respuesta fue desalentadora, no tenían operaciones ese día, entonces
fuimos a la segunda, la última opción.
Eran ya
las tres y media de la tarde; la señorita del mostrador me dijo que aterrizaba
solo un vuelo a las cuatro de la tarde, que venía de Fresno, California. Todo se iluminó
de la nada, ya no había duda, parecía un milagro.
– Es ese, es ese, Gordo, no puede haber otro, coincide todo –
Nos
sentamos en la sala de espera justo a tiempo; cada segundo era una puñalada,
las manos empezaban a sudarme mientras el gordo me decía que me relajara. Me dio tiempo
de hacerle una dedicatoria a Neil en el libro, ahora estaba convencido de que
lo vería.
Las nubes borrascosas como mis probabilidades pasadas, se abririan y lo
pondrían frente a mi.
Estábamos en
la sala, una sala más pequeña que la de mi casa, con un gran
ventanal y el mostrador, una puerta de cristal nos separaba del avión que
estaba a punto de aterrizar. De pronto llegó un hombre trajeado en una
camioneta de la que no puedo dar detalles y entabló conversación con la del mostrador.
Lo que
pude escuchar fue poco, que venía por un pasajero que llegaba en el vuelo
privado, y quien justamente se iba a hospedar en el Grand America hotel. Cada
vez tenía menos dudas y mas nervios, pero cuando el pequeño avión aterrizó me quedé sin fuerzas.
Le dije a
Jonathan al ver salir al chofer – Neil no va a entrar en la
salita, de su avión se va a subir directamente a la camioneta –
– Pero gordo, esa es zona federal, no podemos pasar allí –
– Es hoy o nunca –
Me levanté y el gordo me siguió, le di mi teléfono móvil y le dije – Toma fotos de cuando me reciba el libro –
Vi bajarse
del avión a la esposa de Neil tras el cristal y me acerqué a esa puerta automática que no se abrió;
miré a la señorita y le dije – ¿Qué pasa?
–
– Perdón, es que
me tienen que autorizar –
En mi mente
me quedé con la idea de siempre, solo lo
vería pasar, y cada segundo es vital, de pronto se abrió la puerta – Pasen –
Sonreí y le dije a Jonathan – Ya ves, Neil es un tipazo –
Con toda
la confianza nos acercamos a la puerta del pequeño avión y vi sus pies, sus delgadas piernas como pajillas y le grité
emocionado – Mr. Neil –
El bajó
desconcertado del avión y me miró, sin importarle mucho siguió caminando y le volví
a gritar – Mr. Neil, le traigo este libro, vengo desde España solo para verle –
El señor
apenas se detuvo para gritarme – No –
Vi su cara, no puedo olvidarla, fue un gesto
horrible. Pero por
mi mente pasaba otra película, habíamos llegado hasta allí, éramos Jonathan y yo,
respetuosamente y todo se torcía justo en el mejor momento. Le seguí hablando,
pero el ya no me miraba, yo sabía que me escuchaba, le hablé en voz alta y en
su lengua, pero no le importó, ni mis esfuerzos, ni nada que viniera de mi, se
subió a la camioneta y se fue.
Bajaron
los guaruras que no entendían nada, nos trataron bien, tal vez les dimos
lástima.
Nos fuimos después de la euforia y la del
mostrador estaba en shock, nadie nos decía nada, los pocos que habían
presenciado el momento estaban incrédulos. Salimos por el largo pasillo y el
gordo me contaba que un guarura lo agarró y que le quiso arrebatar el teléfono, pero él me sorprendió; mi amigo no lo
permitió y tomó fotos.
Al momento de que me lo devolvió el teléfono vi
las capturas de pantalla y le dije – Es increíble lo que has hecho, esta foto
es genial, gracias gordo, gracias por todo, por estar hasta el final –
Justo
antes de llegar a la puerta escuchamos un grito – ¡Hey! Vengan aquí –
Miré al gordo y me
dijo – Es mejor no resistirnos –
Caminamos
hacia ese señor, tal vez policía, que sé yo, todo parecía apuntar a que nos habíamos quedado sin Neil Diamond,
pero con un gran lio. El tipo nos miró y preguntó – ¿Quiénes son? ¿Por
qué dijeron que eran familiares del
señor? –
– No, le juro que yo no dije que era nada del señor Diamond, nadie me
preguntó nada –
– ¿Cómo llegaron aqui? ¿Cómo supieron el vuelo? –
Se perdió mi mirada, la del chico distraido y es
que la verdad no sabía que responderle, si le decía que se abrieron las puertas
del cielo, o que algo superior me dio las pistas y el camino seguro que se reiria
de mi como todos vosotros.
Se presentó como Grady, el piloto de Neil,
le conté toda la historia y al final le
enseñé el libro y la dedicatoria para el señor; dedicatoria que leyó con
atención. El piloto sintió tristeza, era como si quisiera abrazarme, pero a la
vez quería regañarme, se
disculpó – Lo siento chicos, pero por suerte estamos en Utha, en Nueva York o en
Los Ángeles tal vez estarían en la cárcel –
– Lo sé Grady, pero, no sé, no sé cómo pudimos llegar aquí, se nos abrieron todas las puertas menos la última –
Grady me creía, sentía la historia y me dijo – Es
dificil llegar a las leyendas –
Su tristeza se junto con la mía y así de la nada
se ofreció a darme su teléfono – Te prometo que si puedo hacer algo lo haré –
– ¿Te refieres a ver al Neil? –
– Lo intentaré, lo prometo –
En el
shock no se me ocurrió dejarle el libro y me fui con el gordo hasta su coche,
tenía la esperanza de verlo, aunque ya lo había visto, estaba confundido, tal
vez decepcionado.
– Pensarás que estoy loco –
– No gordo, ya olvídate de ese viejo que nadie recuerda y vamos
a pasarla bien –
– Tienes razón –
Fue un
gran sábado, y el domingo también lo pasé con Jonathan, esperaba en silencio la llamada
de Grady, pero como era de esperarse Neil no me quería ver, supe casi 24 horas
después por un mensaje de Grady que el señor Diamond seguía alterado por lo
ocurrido la tarde anterior. Miré al gordo y le dije – ¿Vamos al concierto? –
– ¿Aun lo
quieres ver? –
– Gordo esta es la última vez –
Llegamos
tarde y el concierto ya había comenzado, estuvimos en la taquilla y no
nos querían atender, se acercó una señora
mayor, de las que vendían los tickets y nos dijo – Aquí están sus
boletos –
El gordo y
yo nos quedamos pasmados y dijimos – Gracias –
Entramos
sin problemas, todo era tan raro, ¿Qué tal si se habían
equivocado y nos metíamos en otro lio?, para que pensarlo más.
Entramos y nos guiaron hasta nuestros asientos, la arena estaba repleta y solo
había dos lugares muy bien posicionados, como si fueran un regalo, se volvían a abrir
otra vez todas las puertas del cielo para llegar y verlo de cerca, solo de
cerca. En el escenario el amable señor cantaba “September
Morn” y el gordo
con carcajadas me dijo – Pictures no more –
Todo
terminó en risas tan cerca y tan lejos.
Stay for just a While
Stay and let me look at you
It´s been so long, i hardly knew you
Que hiper oso mil!!!... mira que cada vez que pienso ya no puedes escribir algo peor neta bro rebasas mis expectativas... mira que viajar a otro país que tu amigo pida días para estar CONTIGO y que tu te lo lleves a aburrirse a acosar a una persona que mal plan de tu parte y que egoísta eres... ahora le dijiste que le diera tu libro??? acaso alguien que escribe tan feo como tu puede tener un libro??? o sea no solo con acosar a Neil Diamond, y que el señor te diga NO, secuestrador estafador o sepa Dios que serás y porque burlaste mi seguridad irrespetuoso, tu a fuerza quieres incomodarlo hacerlo sentir inseguro y darle un articulo que de entrada si es que el abre, obviamente le va a dar coraje leer tanta ... tontería junta, y eso ya yéndote muy bien, lo mas probable es que lo tire en el primer bote de basura, y luego una historia nuevamente inmensa, sosa, lenta, de superrrrrr hueva y sin sentido, los guaruras sintieron lastima de ti, como prácticamente la mayoría de quién te leemos, bro tu amigo tiene una familia, su esposa, sus hijos, mejor convivir con ellos que si te conocen ¿no crees?... o no se bro ya cásate, ten hijos entretente en algo útil que desperdicio de dinero, de tiempo, poco valor a la amistad, que egoísmo que falta de respeto para Neil, y que desperdicio de vida, oso millón... Neta please si no eres bueno escribiendo mejor no escribas, dedícate otra cosa, pasa tiempo con tu familia no se algo que te ayude a no hacer esas cosas tan de pena ajena please!!!...
ResponderEliminarPD: no me contestes desde tu oficina de Don Carlos please jajaja contesta desde el tuyo si gustas, o no contestes pero que oso con tu patrón bro... ponte zen, ponte nice, ponte cool, please en buena ondita.
Cariño, te agradezco mucho tus comentarios, el tiempo que le dedicas al blog y todas tus palabras son bienvenidas, aunque si me das la cara sería más interesante.
EliminarAtte Don Carlos, el patrón del pelmazo
Pienso que estuvo mal la manera de abordar a Neil Diamond ellos tienen mucha presión ántes de un concierto quizás le informaron algo que no le gustó y estaba molesto su carácter regularmente no es así siempre saluda a sus fans pero esta ocasión los muchachos iban con la esperanza de darle un libro y saludarlo pero en la foto se nota que Neil Diamond ya venía molesto desde adentro del avión por la expresión de su cara no porque le molestaran los muchachos el venía pensativo en otra cosa si se fijan, así que no lo tomen a mal un cantante de esas proporciones tienen muchas presiones que la gente normal no tiene ellos manejan millones de dolares y a mucho personal son una empresa por si mismos recuerden que Neil Diamond el mismo maneja su carrera, tiene un equipo de personas que le coordinan todo pero aún así no sabemos que le molestó en ese momento desde ántes y los muchachos sin querer fueron receptores de la molestia de Neil pero lo hubieran abordado otro día y verían que todo hubiera sido diferente.
EliminarOscar solo no publiques de la cuenta del auto hotel, que no ves que le haces daño???... si contestas del tuyo igual nadie lo verá, como todas tus publicaciones, solo a mi me botan en el buscador bro, y... pues no se si te des cuenta, en la parte de arriba de mi comentario... esta mi usuario jajaja!!!... o sea no dice anónimo o algo parecido jajaja, pero neta ojalá ya dejes de publicar eso todo feo, o mínimo que ya no lo hagas tan mal, mira te tienen lástima los artistas, los irritas, te tienen lastima sus guarros, te tiene lastima tus lectores, el pobre y visiblemente molesto Neil ni sabe quien eres ni le importa, neta ten hijos serías más importante para ellos, no... corrección para ellos si serías importante bro, neta de bro de lo digo a superarse hombre has algo de provecho.
ResponderEliminarLa desgracia del imbécil es creerse más inteligente que los demás. Si como te refieres a ti, entre líneas claro, como una persona superior a Óscar, tanto que te atreves a criticarlo, sólo denotas tu ignorancia por todos tus flancos, quizá deberías entonces reconocer el crecimiento de él, su evolución. Claro que no voy a pedir que lo entiendas, tampoco me interesa, mas sí me das curiosidad, porque a golpe de vista pareciera que lo conoces, pero luego leo lo que has escrito y me doy cuenta que no tienes ni idea de quién estás hablando. Por un lado manejas conceptos como lástima ¿o lastima? no lástima, pero al mismo tiempo hablas con una pobre e incipiente modestia, ¿por qué no mejor dejas de gastar tu energía en criticar un viaje, una vida y te dedicas a vivir la tuya? vamos que no puede ser tan mala. Y de mujer a mujer... "hiper oso mil" "bro"... estamos en 2017, y lamento mucho tus orígenes humildes, pero todos podemos superarnos, no importa de dónde vengamos. Que Dios te bendiga, ilumine tu vida y pueda quitarte toda esa amargura.
EliminarTe comento Yaz "bro" no le dice una mujer a un hombre que no sea su hermano, la razón no esta nice en un círculo bien, en cambio entre hombres si se da, "hiper oso mil" si es indiferente, no se el motivo de mujer a mujer, ya que no lo soy, pero tal vez te ponga a discutir con mujeres, ya que evidentemente no es tan capaz para defenderse el solito, y por eso pienses lo soy, desconozco, ahora el crecimiento y evolución... ¿de qué? o mejor dicho ¿de quién? un tipo que no escribe bien, que acosa a otras personas al extremo de hacerles sentir una inseguridad inmensa, un tipo que a bien a bien no tiene una vida mas que escribir cosas mal hechas y acosar gente ¿?... no lo creo, me pareces inteligente Yaz, y... nop como soy un caballero y tu no tienes la culpa de su escaso talento no voy a decirte nada a ti, el no tiene la suficiente hombría para responder por el, inclusive ya ha de estar out ahora jaja... pero eso no te incluye a ti, fuerte, inteligente, valiosa y con los pantalones bien puestos para hablar en tu nombre y de alguien más, valórate!!!... mereces alguien mejor y que te merezca, suerte!!! ponte cool chava.
ResponderEliminarMe gustó tu historia, curioso, arriesgado y valiente, se gana y se pierde. Cada quien elige cómo escribir su propia historia.
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